jueves, 16 de diciembre de 2010

Recuerdos



Al ir a ordenar mi biblioteca, me encontré, detrás de una estantería, una rosa con los pétalos esparcidos. Sonreí. Las profundidades del remoto pasado mostraron una luz pasajera y se liberó del puño del tiempo un sentimiento de nostalgia que vivió cinco minutos. Una fragancia que era como un susurro se escapó de los pétalos secos.
Recordé las palabras del sabio amigo: “La crueldad de la memoria se manifiesta recordando lo que se ha desvanecido en el olvido”.
Extraído de Diálogos del atardecer de Naguib Mahfuz. Ediciones MR.

2 comentarios:

  1. ¡Qué fotografía tan hermosa!
    La memoria... curioso cómo funciona.
    Saludos,

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  2. Bueno, yo diría: la crueldad de la memoria cuando se convierte en antojadiza cascada que no para... por lo demás, bendita en algunos casos, sabia; en otros, tonta ;))) muy tonta, esa que no calla, y no calla...
    Cuantas veces he encontrado dinero que ni sabía estaba en esos lugares... y que delicia de sorpresa... y si, también alguna que otra flor queriendo ser en su momento algo bonito, convirtiéndose con el tiempo en una ajada y descolorida máscara de esa misma flor... memoria... si...

    Me he quedado fascinada viendo cada una de las caritas que se esconden tímidamente en la corteza del eucalipto, si no me engaño. Memoria ;))) Luego me deje ir hacia el fondo... vagando cual viruta remolineada por el viento...
    Un abrazo, lleno de sonrisas :)))

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¿Y como voy a saber lo que pienso si no lo he dicho todavía? E.M. Forster.
Te doy las gracias por opinar y participar. Saludos.