Foto: Montmartre plaza de los pintores París
Un día, ya entrada en años, en el vestíbulo de un edificio público, un hombre se me acercó. Se dio a conocer y me dijo:”La conozco desde siempre. Todo el mundo dice que de joven era usted hermosa, me he acercado para decirle que en mi opinión la considero más hermosa ahora que en su juventud, su rostro de muchacha me gustaba menos que el de ahora, devastado”.
Pienso con frecuencia en esta imagen que sólo yo sigo viendo y de la que nunca he hablado. Siempre está ahí en el mismo silencio, deslumbrante. Es la que más me gusta de mí misma, aquélla en la que me reconozco, en la que me fascino. Así comienza “El amante” de Marguerite Duras.
Me gusto mucho leer a Marguerite Duras durante un época de mi vida. Ahora ya no leo nada de novela. Cambios :)
ResponderEliminarDisculpa mi silencio, estoy limpiando mucha negatividad que pululaba a mi alrededor y como ya he dicho estoy en sosiego. Esto me aparta un poco de los blogs, aunque sigo viendo lo que compartes, más que leyendo... pero estoy :)
Un fuerte abrazo Sebastián -.-
Feliz fin de semana, y de la siguiente semana, y de la otra, y la otra ;)))
A veo que has modificado la ventana de comentarios de nuevo :)
ResponderEliminar¡Qué recuerdos de esa plaza!. También me gustó el libro de Duras. Hermosas palabras las que describen otro tipo de belleza...
ResponderEliminar