La rutina. Los hábitos son mecanismos aprendidos que automatizan ciertas conductas de tal modo que nos permiten realizarlas con mayor facilidad, perfección, y sin necesitar que prestemos atención. Son indispensables para toda actuación eficiente. Un violinista no podría interpretar bien si no tuviera perfectamente automatizada la digitación. No se puede escribir bien un idioma que no se domina, es decir, que no se ha automatizado. Sin embargo, los hábitos pueden liberarnos, pero también pueden esclavizarnos. Por eso deben estar sometidos a una vigilancia superior. Intentar resolver un problema de manera rutinaria sólo sirve cuando los problemas son muy elementales. El mecanismo puede dispararse automáticamente e intentar someter a su acción cualquier conflicto, en lugar de acomodarse él al conflicto. Los estudios sobre el fracaso de los directivos empresariales o de los políticos atribuyen muchos de ellos a la creencia de que lo funcionó en un caso debe funcionar siempre. Esta rigidez es una de las causas más frecuentes de las derrotas personales. “La inteligencia fracasada” de José Antonio Marina. Editorial Anagrama.
lunes, 20 de diciembre de 2010
La rutina
La rutina. Los hábitos son mecanismos aprendidos que automatizan ciertas conductas de tal modo que nos permiten realizarlas con mayor facilidad, perfección, y sin necesitar que prestemos atención. Son indispensables para toda actuación eficiente. Un violinista no podría interpretar bien si no tuviera perfectamente automatizada la digitación. No se puede escribir bien un idioma que no se domina, es decir, que no se ha automatizado. Sin embargo, los hábitos pueden liberarnos, pero también pueden esclavizarnos. Por eso deben estar sometidos a una vigilancia superior. Intentar resolver un problema de manera rutinaria sólo sirve cuando los problemas son muy elementales. El mecanismo puede dispararse automáticamente e intentar someter a su acción cualquier conflicto, en lugar de acomodarse él al conflicto. Los estudios sobre el fracaso de los directivos empresariales o de los políticos atribuyen muchos de ellos a la creencia de que lo funcionó en un caso debe funcionar siempre. Esta rigidez es una de las causas más frecuentes de las derrotas personales. “La inteligencia fracasada” de José Antonio Marina. Editorial Anagrama.
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Mi rutina es no tener rutinas. Lo que no sé es si los actos que se aprenden de manera repetitiva puedan considerarse rutinas, ya que aunque no los practiques (mecanografía, montar en bicicleta,nadar...) en años, con lo cual dejarían de ser algo rutinario, te salen solos. En cambio, puedes levantarte de la cama durante 50 años a las ocho de la mañana, y cambiarte el sueño en una semana :)
ResponderEliminarUn saludo
Completamente de acuerdo con lo que dice el señor J.A. Marina. A colación me ha venido según leía este extracto la frase que comentó una amiga que le había dicho un profe (si no recuerdo mal) "Apréndetelo tan bien que puedas olvidarlo".
ResponderEliminarPor cierto, curiosa foto de figuras con color sobre fondo en B/N que me gusta además como juega con el título de to nuevo post.
Besos y buen día
¿Rutinas? Las que has cogido tú para hacer buenas fotos.
ResponderEliminar¡Qué envidia!