jueves, 28 de febrero de 2019

El Ángel Caído, su historia.


El escultor madrileño Ricardo Bellver (1845-1924)  realizó en el 1877 la obra llamada El Ángel Caído. Al año siguiente ganó con ella la Medalla de Primera Clase en la Exposición Nacional de Bellas Artes, celebrada en Madrid. La escultura está inspirada en unos versos de El Paraiso perdido de John Milton:

“Por su orgullo cae arrojado del cielo con toda su hueste de ángeles rebeldes para no volver a él jamás. Agita en derredor sus miradas, y blasfemo las fija en el empíreo, reflejándose en ellas el dolor más hondo, la consternación más grande, la soberbia más funesta y el odio más obstinado.”

La obra fue adquirida por el Estado por 4500 pesetas, y se decidió enviarla a París, con motivo de la Exposición Universal de 1878. Dado que en ella solo se admitían esculturas de mármol o bronce, se iniciaron los trámites para realizar la fundición en dicho metal. Bellver sugirió hacerla en Roma, pero finalmente se llevó a cabo en París, por la casa Thiebaut-Fils.

El Ángel Caído pasó luego a formar parte de la colección del Museo Nacional. En octubre de 1879 su director, Benito Soriano Murillo, sugirió a la Dirección General de Instrucción Pública exponer la obra al aire libre:

(...) la estatua del Ángel Caído, por lo atrevido de su composición, por su original actitud y también por la materia en que ha sido fundida, tal vez no produzca todo el efecto apetecido, encerrada cual está en los estrechos límites de una sala, mientras que colocada en un sitio público, al aire libre con más espacio y horizonte, luciría ventajosamente el mérito de tan bella creación, sirviendo al mismo tiempo de ornato e iniciando de este modo al público en la contemplación de los buenos modelos del arte plástico que tan poderosamente contribuye a su cultura.

La petición fue aceptada y la escultura se traspasó como regalo al Ayuntamiento de Madrid. El sitio elegido fue los Jardines del Buen Retiro.

En mayo de 1880, Francisco Jareño, arquitecto responsable del Ministerio de Fomento, recibió el encargo de diseñar un pedestal sobre el que se apoyaría la obra de Bellver. Se ejecutó en granito, bronce y piedra, adoptando la estructura de una fuente con un amplio pilón. El conjunto fue inaugurado oficialmente en 1885.

viernes, 22 de febrero de 2019

Todo fue sueño, aún lo es...



Pasan cielos, pasan nubes,
pasan hombres
que miran al cielo
y nada ocurre.
Todo fue sueño, aún lo es.

Poemas de la galerna.  Gotzal Díez

miércoles, 20 de febrero de 2019

Una cita de Benjamín Prado


"El cínico tiene muchas bocas: la suya y las de quienes saben que miente, fingen creerlo y repiten su mentira" Benjamín Prado.

martes, 12 de febrero de 2019

Dicen que algunos árboles sólo existen para saber si hay aire...




Dicen que algunos árboles sólo existen
para saber si hay aire.
No dan frutos: su madera es blanda en exceso
y su sombra raquítica.
No hay pájaro alguno qué anide en ellos.
Son para el aire, aseguran los lugareños
que para todo encuentran utilidad.
El resto de los árboles también tiene temblor de hojas,
dice el extranjero.
¡Qué arrogante es la ignorancia! piensan los paisanos
y se alejan silbando.
Mientras, los árboles se mueven
según cadencia, insistencia y distancia.

Poemas de la galerna.  Gotzal Díez