Una chova piquigualda en Horcados Rojos (Picos de Europa) al fondo el Naranjo de Bulnes. Foto Sebas Navarrete |
"La vida es contraste, y los que viven en las
ciudades todo el año, hartos de la pared de la casa de enfrente, del ruido de
la calle, de los escaparates de las tiendas, de las bambalinas de los teatros
de la estancia prolongada en el taller, el despacho o la oficina, de la vida
artificial y urbana en una palabra, ansían, como es natural, poder contemplar
una naturaleza virgen y bravía, cuanto más virgen y bravía mejor, en que no se
hayan cortado los árboles, matado los animales, destruido o deteriorado el
paisaje, en donde puedan vagar o esparcirse, curiosear libremente, oxigenando
el cuerpo y el espíritu..., Y por eso dicen en Estado Unidos que al volver de
los Parques Nacionales el abogado es mejor abogado; el ingeniero, mejor
ingeniero; el arquitecto, mejor arquitecto; el sastre mejor sastre. Que si el
mundo pudiera gozar de los Parques Nacionales podría decirse que la cuestión
social se habría resuelto." Pedro
Pidal y Bernaldo de Quirós, 1932