miércoles, 31 de marzo de 2010

Ellas y ellos


Las mujeres y su difícil relación con los hombres. O los hombres y su dificilísima relación con las mujeres. Veo las noticias de la Cumbre de Valencia, y me parece mentira lo mucho que están cambiado las cosas, por un lado, y por otro lo poquísimo que cambian. ¿Saben que el principal medio de transporte de mercancías en el interior de África son las mujeres? Todas esas hembras acarreando monumentales pesos en la cabeza como bestias de carga: eso sigue igual. Y, al mismo tiempo, ¡qué tenacidad y qué potencia tienen esas mujeres cimbreantes!
Si en el mundo ha mejorado la situación femenina es porque los hombres también han cambiado, como es obvio. Y, sin embargo, tal vez por la velocidad de la evolución, sigue habiendo resquemores, recelos y furor. Mientras se celebraba la cumbre, hubo otras dos víctimas asesinadas por sus parejas en España.
A mi mesa llega una marea constante de cartas airadas. Cartas de mujeres denunciando un recrudecimiento del sexismo y campañas machistas para hacer creer que lo de la violencia contra la mujer es un invento. Tienen razón. Cartas de hombres que se sienten maltratados por sus ex parejas y por los jueces; que se han quedado sin sus hijos; que dicen haber sido denunciados falsamente. Y creo que también tienen razón. ¿Qué nos está pasando? ¿Por qué sobre los restos de un machismo milenario se está construyendo una rabia nueva? ¿No hay manera de llegar a entendernos? ¿Tenemos que seguir siendo mundos opuestos?
La primatóloga Melissa Hines dio juguetes humanos a unos jóvenes monitos: muñecas, coches y libros ilustrados. Ellas cogieron las muñecas para jugar, ellos los coches y los dos los libros indistintamente. No sé si se puede extraer alguna enseñanza de esto, pero, si tienes hijos, ¡regálales libros!. Rosa Montero. El País 30 de marzo de 2010. Ellas y ellos.

martes, 30 de marzo de 2010

Idiomas.


Toda nueva lengua permite vivir otra vida, permite abrir otras ventanas al mundo y afirmarse en él, al mismo tiempo que ayuda a comprender el mayor número de posibilidades que éste nos ofrece. Como la realidad, al igual que la mentira, es muchas veces algo que se deriva de la lingüística, más vale dominar las diferentes gramáticas. Cécile Ladjali y George Steiner. Elogio de la Transmisión. Siruela.

lunes, 29 de marzo de 2010

La humanidad y los animales.

Foto: Cortézubi (Vizcaya)

"El auténtico test moral de la humanidad (el más radical, el que se sitúa a un nivel tan profundo que escapa a nuestra mirada) son sus relaciones con aquellos que están a su merced: los animales. Y es aquí donde se produce el fallo fundamental del hombre, tan fundamental que todos los demás derivan de ese". Milan Kundera.

sábado, 27 de marzo de 2010

Santa Gadea del Cid


Romance de la jura de Santa Gadea.

En santa Gadea de Burgos,
do juran los hijosdalgo,
allí le toma la jura
el Cid al rey castellano.
Las juras eran tan fuertes
que al buen rey ponen espanto;
sobre un cerrojo de hierro
y una ballesta de palo…

El Cid (Rodrigo Díaz de Vivar) (1043-1097) Nacido en el seno de una familia de la nobleza castellana, es uno de los mitos más sobresalientes de la cultura hispana. El término 'Cid' deriva de la transcripción del árabe sayyid, que significa amo o señor. Al servicio de Sancho II (1065-1072) desempeñó un papel fundamental. El Cid, conocido también con el sobrenombre de Campeador, contribuyó a resolver el litigio fronterizo con Navarra al vencer en un duelo judicial a Jimeno Garcés. Contra Alfonso VI de León participó en diversas batallas y en el asedio de Zamora, donde murió asesinado su señor. Tras la muerte de Sancho II, la Corona de Castilla pasó al monarca leonés Alfonso VI, sobre quien recaía la sospecha de haber participado en el asesinato del rey Sancho. Por ello, Alfonso VI fue obligado a prestar un juramento expurgatorio en Santa Gadea de Burgos delante del Cid.
Santa Gadea del Cid pertenece al partido judicial de Miranda de Ebro (Burgos), situada a 11 km. al noroeste de esta localidad.
Esta villa tiene el rango de Conjunto Histórico-Artístico Nacional por decreto del 12de abril de 1973.

viernes, 26 de marzo de 2010

Mario Giacomelli.

Foto: Vistas de la Playa de Ereaga desde el Puerto Viejo de Algorta (Vizcaya)

“Yo quiero documentar, pero no lo hago sólo por mi. Pienso en los que vendrán después de mi, quiero fotografiar algo que se queden en la mente, y eso se obtiene a través de la forma del corte de la fotografía, de cómo disparas, de cómo la positivas. El auténtico realista dirá que te has equivocado, que debes presentar la realidad tal cual es. Uno de los grandes fotógrafos, Henri Cartier-Bresson, dice que no corta las fotos, que el corte lo hace antes de disparar, pero son tonterías dichas por un gran hombre, pero tonterías. Yo corto y quito todo lo que quiero porque yo he visto a un escritor de la talla de Leopardi hacer un montón de correcciones en los manuscritos de sus poemas y no por eso se concluye que no supiera escribir. Si Leopardi, que era un dios para mi, corregía, yo, que soy un pelagatos, ¿Por qué no voy a corregir mis fotos? Corregir quiere decir cubrir, enmascarar, hacer ver una luz que no existía.” Mario Giacomelli (1925-2000). Fotógrafo, pintor y poeta italiano.

jueves, 25 de marzo de 2010

Nacionalismos.


En definición del filósofo, poeta y novelista Jorge Santayana (1863-1952) el nacionalismo es “la indignidad de tener un alma controlada por la geografía”

miércoles, 24 de marzo de 2010

Bosque Animado de Oma.




Cerca de la localidad vizcaína de Kortezubi se encuentra el Bosque Animado de Oma, una obra que Agustín Ibarrola realizó pintando en los troncos de más de 500 pinos figuras humanas, animales y geométricas. Ibarrola comenzó a pintar en 1983, acabó la obra en 1991. En el verano de 1998 alumnos de Bellas Artes repintaron las figuras de las cortezas de los árboles.
Según Ibarrola, el bosque pintado invita a cada persona a recomponer las imágenes señaladas y las que surgen de su imaginación, así como a añadir sus propias motivaciones históricas, mitológicas o sus estados de ánimo, en un lugar muy cercano a las cuevas de Santimamiñe, que guardan valiosas pinturas prehistóricas. El bosque dispone de una señalización que permite a los visitantes captar el mensaje que el artista vasco transmite utilizando como soporte la corteza de los árboles.

martes, 23 de marzo de 2010

Guggenheim Bilbao.

Foto: Museo Guggenheim Bilbao, 22 de marzo 2010.

La ley de los suceptibles.

…Ahora el Gobierno ha remitido un proyecto de ley de reforma del Código Penal, que afecta a ciento cincuenta artículos. Uno de ellos es el relativo al acoso laboral y, según la información de este diario, “se incrimina la conducta denominada de acoso laboral entendiendo por tal el hostigamiento psicológico u hostil en el marco de cualquier actividad laboral o funcionarial, que humille al que lo sufre, imponiendo situaciones de grave ofensa a la dignidad”. (Las cursivas son mías, y no está de más señalar que esta redacción está hecha con los pies: baste como ejemplo la expresión “hostigamiento hostil”, como si pudiera haber alguno que no lo fuera. En fin.) Lo peligroso y disparatado es que las leyes ya no se limiten a juzgar los hechos incontrovertibles, como ha sucedido toda la vida, sino que dejen entrar en su propia formulación elementos enteramente subjetivos y por lo tanto imposibles de determinar, calibrar y juzgar. ¿Cómo se mide un hostigamiento “psicológico” cuando la psique de cada persona es distinta, única? ¿Cómo la “humillación”, cuando hay sujetos propensos a sentirse humillados por cualquier nimiedad –por una mirada, por un tono de voz, por una ironía, porque se haga caso omiso de sus infundadas quejas o de sus melindres– y otros tan ufanos y seguros de sí mismos que no se sentirán jamás así? ¿Qué objetividad puede aplicarse al concepto de “dignidad”, cuando cada cual lo entiende de una manera, y lo que para unos es indigno para otros no lo es? ¿Ustedes creen que algún político nuestro admite la indignidad de su comportamiento? Seguro que no, y sin embargo, a nuestros ojos, la mayoría incurre en ella un día sí y otro también. ¿Cuándo se sabe si una “ofensa” es “grave”, si lo es precisamente contra algo tan etéreo y variable como la dignidad?
Si se hacen depender los delitos de la percepción subjetiva de las supuestas víctimas, estamos perdidos, porque gente susceptible, pusilánime e histérica la hay en todas partes. Y gente locoide, no digamos, dispuesta a sentirse (peliagudo verbo para condicionar las leyes) ofendida, o acosada, o “irrespetada” –como dicen en la América hispana–, u hostigada sexualmente, por un chiste, un exabrupto, una tomadura de pelo, un vistazo a un escote o una mera discusión. Individuos paranoicos los hay por doquier… Javier Marías. La Ley de los susceptibles. 21 de marzo 2010. El País Semanal.

lunes, 22 de marzo de 2010

Los compañeros de trabajo.


Nada es más desalentador que considerar que no hay expectativas de novedad alguna, que ya sabemos quiénes somos y conocemos hasta el último detalle los límites de los compañeros de siempre. Sólo caben formas diversas de aburrimiento. La rutina y el sinsentido de muchas actividades remuneradas producen una verdadera alineación. Trabajar se convierte en una forma de envejecer por la que percibimos cantidades para lograrlo.
De ahí que suela hablarse del clima laboral como de un cierto parte meteorológico, que permite considerar el ambiente como un factor decisivo. No basta con no padecer acoso o extorsión, siempre repudiables, no basta con encontrar respeto en el entorno. Se requiere una complicidad, la percepción de correr una suerte común, de estar en un proyecto, en una tarea, en una empresa compartida. Alguien con quien hablar. Ángel Gabilondo. Editorial Aguilar.

sábado, 20 de marzo de 2010

Los predicadores del caos.

Foto: Puerta del Sol - Madrid.
Durante los últimos años, nuestras tendencias a la rencilla y al encono han adoptado un tono de ansiedad en lo que toca a todo lo que podría cambiarse para bien. Tanto en el mundo educativo como en la economía política, o en los medios intelectuales, da la impresión de que los vocingleros, los predicadores del caos, cuentan con más facilidades para hacerse oir que quienes intentan llevar a cabo experiencias nuevas para, de ese modo, tratar de cambiar las cosas. George Steiner y Cécile Ladjali. Elogio de la transmisión. Editorial Siruela.

viernes, 19 de marzo de 2010

Fotografía fraudulenta.


Existe, sin embargo, un riesgo en la utilización de fotografías como recurso de ilustración cambiando o reinterpretando el significado original, especialmente cuando en la fotografía aparecen personas. Es conocido el caso, recogido por Giselle Freund, de una fotografía de Robert Doisneau en la que aparece una mujer joven junto a un hombre maduro en la barra de un bar con unas copas de vino frente a ellos. Esta foto había aparecido en una revista en un reportaje ilustrado sobre las tascas de París y además había pasado a formar parte del fondo documental de una agencia fotográfica. Poco después la foto reaparece en un periódico para ilustrar un artículo contra el alcoholismo, hecho que indigna a los personajes de la fotografía. Y, algún tiempo después, la foto resurge en una revista sensacionalista con el titular "Prostitución en los Campos Elíseos", provocando una denuncia del personaje fotografiado contra la revista, la agencia y el fotógrafo.
Como acertadamente señala Susan Sontag "una pintura fraudulenta (cuya atribución es falsa) falsifica la historia del arte. Una fotografía fraudulenta (que ha sido retocada o adulterada o acompañada de un texto falso) falsifica la realidad". Extraido de “El Análisis documental de la fotografía” Félix del Valle Gastaminza.

jueves, 18 de marzo de 2010

La soledad.


El afecto, el amor, la amistad no elimina la soledad, la hacen soportable. Ignorarlo sólo conduce a responsabilizar al otro de nuestra propia soledad. Sentirse acompañado en ella, en la tragedia de la decisión que nadie adoptará por nosotros, en la palabra propia que ningún otro podrá decir en nuestro lugar, en la vida singular e irrepetible que nadie vivirá por mí, en la muerte mía que ningún otro morirá, es un regalo de la vida. Es la soledad sin vida, sin acompañamiento, la que produce deterioro y una tristeza y un aburrimiento sustanciales. Y esto puede ocurrir al lado de alguien, al lado de otros. No hay que dar por supuesto que uno no está solo porque alguien corretee o se siente a nuestro lado, porque seamos mirados o atendidos o requeridos o porque miremos, atendamos o requiramos. Somos en soledad, pero podemos vivirla fecundamente con los demás. Alguien con quien hablar. Ángel Gabilondo. Editorial Aguilar.

miércoles, 17 de marzo de 2010

La infamia.


Intelectuales. A principios de los años sesenta, cuando el admirable documentalista y director de fotografía Néstor Almendros se exilió de Cuba y regresó a la Barcelona en la que había nacido, y en la que estaban sus amigos españoles, descubrió que para casi todos ellos se había convertido en un apestado. Se rebelaban contra la dictadura de Franco, pero sospechaban de él porque había huido de la dictadura de Fidel Castro; algunos de ellos eran homosexuales, pero cuando Néstor Almendros les contaba la persecución de los homosexuales en Cuba preferían no darle crédito. Como Castro se declaraba antiimperialista, criticar su tiranía era convertirse en cómplice del imperialismo. Señoritos burgueses de Barcelona se ungían de legitimidad revolucionaria negándose a aceptar que Néstor Almendros pudiera tener razón. Lo que contaba, lo que había sufrido, no merecía ningún crédito. Si era preciso se podría recurrir a la calumnia.
Éste es el grado siguiente de la infamia: hay quien calla, y hay quien levanta la voz, pero no en defensa de la justicia o de la libertad, sino para calumniar a los que han huido, a los disidentes, a los que cometieron el delito de desear para sí mismos y para su país lo mismo que disfrutan aquellos que les niegan la dignidad, el derecho a ser escuchados. Es una antigua técnica soviética. André Gide estuvo en la URSS en 1936, invitado con todos los honores, para leer el discurso funerario en el entierro de Máximo Gorki. Había sido hasta entonces un simpatizante sincero de la revolución. Pero en aquel viaje en el que las autoridades lo trataban con la pompa con que se recibe a un magnate extranjero empezó a observar cosas que lo inquietaban, que empezaron a sembrarle dudas, que le provocaban la alarma de contradecir sus convicciones más queridas. Otros veían y prefirieron callar, embriagados por ese licor tan irresistible para los intelectuales y los artistas, el halago a su vanidad de los gerifaltes de una tiranía. Pero André Gide volvió a Francia y se atrevió a contar lo que había visto, lo que no había podido ni querido ignorar, la pobreza horrenda, la desigualdad restablecida en beneficio de los jerarcas del partido comunista, la desoladora uniformidad de un país en el que el miedo apagaba las voces y bajaba las cabezas. Y a partir de entonces se convirtió en objeto de los peores insultos, en los que nunca faltaban las referencias groseras a su homosexualidad, que sería una prueba añadida de su decadentismo. André Gide llevaba muchos años muerto y Pablo Neruda lo seguía insultando en sus memorias, haciendo bromas sobre su "corydoncito". La costumbre de la infamia. Antonio Muñoz Molina. Babelia. 13 de marzo de 2010.

martes, 16 de marzo de 2010

Presos políticos en Cuba.

Firmas pidiendo la liberación "inmediata e incondicional" de los presos políticos en Cuba aquí

Miguel Delibes y los pájaros.


Habrán observado que los pájaros, bestezuelas por las que siento una especial predilección, se erigen a menudo en personajes de mis libros. Diario de un cazador está lleno de perdices, codornices, patos, tórtolas y palomas. Viejas historias de Castilla la Vieja, de avutardas, grajos y abejarucos. El gran duque es pieza esencial en El camino, como la picaza lo es de La hoja roja. Las águilas, los cernícalos y los camachuelos forman el entorno del pequeño Nini en Las ratas… Finalmente, en El disputado voto del señor Cayo y Lo santos inocente, intervienen tres pájaros que juegan papeles fundamentales: el cuco y las grajillas en la primera, y éstas y el cárabo en la segunda. De los tres me he servido para componer el libro que ahora tienen entres manos, no un libro de cuentos ni de historias inventadas, sino un libro de historias auténticas, vividas por mí y de las cuales son aquellos pájaros verdaderos protagonistas. Miguel Delibes. Tres pájaros de cuenta y tres cuentos olvidados.

lunes, 15 de marzo de 2010

Israel y Palestina.


Los líderes no suelen ser valientes. Para ser elegido en Israel has de ser un guerrero, porque Israel está siempre en guerra. Pero al confiar en guerreros casi nos condenamos a continuas guerras. El guerrero piensa en subyugar al otro antes de hablar con él. Pero es justo al revés. Si humillas al alguien nunca tendrás un vecino justo… Todo liderazgo que sólo inflama las preocupaciones de su gente con el fin de crear unidad es un liderazgo vacío. Todo liderazgo incapaz de mostrar una visión, y de dar pasos dolorosos, aunque sean razonables, no es liderazgo. No hemos tenido suerte con los líderes. Ben Gurion fue el último; quizás Isaac Rabin al final de su vida, cuando advirtió que la paz es esencial para nosotros. Deseo que los palestinos tengan un Estado. Pero para mí lo más importante es qué sucederá con el experimento humano que es Israel. ¿Se da cuenta de cuán profunda es la distorsión de un pueblo que en los últimos 100 años no ha tenido un momento de alivio? Esto es mucho más importante que ocupar una colina en Cisjordania. ¿Cómo es posible que no lo veamos? Entrevista en Babelia el 6 de marzo de 2010. David Grossman (Jerusalén, 1954) escritor.

sábado, 13 de marzo de 2010

Miguel Delibes.

Foto: Vistas desde Urueña de los campos de Valladolid.

… la Señora recorría lentamente el pequeño jardín, los rincones de la corralada con mirada inquisitiva y, al terminar, subía a la Casa Grande, e iba llamando a todos a la Sala del Espejo, uno por uno, empezando por don Pedro, el Périto, y terminando por Ceferino, el Porquero, todos, y a cada cual le preguntaba por su quehacer y por la familia y por sus problemas y, al despedirse, les sonreía con una sonrisa amarilla, distante, y les entregaba en mano una reluciente moneda de diez duros, toma, para que celebréis en casa mi visita, menos a don Pedro, el Périto, naturalmente, que don Pedro, el Périto, era como de la familia, y ellos salían más contentos que unas pascuas, la Señora es buena para los pobres, decían contemplando la moneda en la palma de la mano, y, al atardecer, juntaban los aladinos en la corralada y asaban un cabrito y lo regaban con vino y en seguida cundía la excitación, y el entusiasmo y que ¡viva la Señora Marquesa! y ¡que viva por muchos años!... Los santos inocentes, Miguel Delibes.

viernes, 12 de marzo de 2010

El censor.


La censura siempre es burda; pero la censura, en un sistema democrático en el cual es previsible que tarde o temprano se sepa de su existencia, señala a los censores como personas incapacitadas para ejercer su cargo. En el caso concreto del Museu Valencià de la Il·lustració i la Modernitat, su director ha salido ennoblecido dimitiendo por no aceptar la presión política; por contra, el presidente de la Diputación, que es quien debería salir por la puerta de atrás y muerto de vergüenza, queda como un individuo que no acaba de entender cuáles son los límites de un responsable público. El censor es ridículo. Siempre. Por mucho que consiga su objetivo. Aunque el censor de una dictadura sea temido, su destino como personaje histórico es patético: se le recordará por haber censurado expresiones artísticas que en absoluto hubieran cambiado la naturaleza de un régimen. El censor es el más idiota de todos los personajes que frecuentan la vida pública, es una suerte de capataz que se excede en sus obligaciones.
De cualquier manera he de confesar que no me extraña que haya individuos en la clase política que consideren que una foto atenta contra su permanencia en el poder. Tampoco me sorprende que quieran meter mano en el arte, en la televisión, en el teatro, ya que en España se ha asumido la cultura subvencionada como un brazo al servicio del partido ganador. Y así lo hemos asumido, sin rechistar.
Veo las fotos censuradas y no salgo de mi asombro. Rita, El Bigotes, Camps, Aznar, Zapatero. ¿Cuál era el problema? Las fotos son impactantes y resumen, como se pretendía, un año en imágenes, pero no hay nada que no hayamos visto ya y leído. Lo peor del censor es que toma por imbéciles a los ciudadanos, y lo más cómico es que lo que finalmente consigue mostrarnos es la debilidad intelectual de aquellos políticos a los que sirve de perro guardián. El Censor. Elvira Lindo. El País 10 de marzo de 2010.

jueves, 11 de marzo de 2010

En memoria.


“Aquellos que no recuerdan el pasado, están condenados a repetirlo” Jorge Santayana (1863-1952)

miércoles, 10 de marzo de 2010

Aquellas lágrimas

Foto: Aranjuez (Madrid)

En su biografía de Leonard Woolf, Victoria Glendinning cuenta que el día en que su esposa, la escritora Virginia Woolf, se suicidó arrojándose a un río, el caballero anotó en su diario sus minuciosas observaciones de siempre, sobre hechos cotidianos. Nada parecía haber cambiado en su ánimo. Excepto por una cosa: una pequeña mancha en el papel. El único borrón en todo el diario. ¿Una lágrima?
Si la huella de una lágrima en el papel salva el honor de Leonard Woolf para la posteridad, la huella de una lágrima en una carta puede salvar una relación, una amistad. Y aquí, amigos, si que hemos perdido con Internet. Ningún emoticón puede suplantar el beso dolorido que el llanto deposita en la tinta fresca. Maruja Torres. Aquellas lágrimas.

martes, 9 de marzo de 2010

Dame tu voz.

Foto: Estatua en la localidad de Navarrete, Logroño.

Si no hay mucho que decir, al menos, tu voz. Léeme, siquiera un texto ya dicho. Llama, aunque sea por error para preguntar equivocadamente. Recita, canta o cuenta esa historia que es ya la leyenda de vidas siempre por vivir. Pero dame tu voz, que es poético decir que no necesita remitir a contenido alguno. La voz es ya en sí misma un sentido singular. Déjame dormir en ella. Y, cuando sea preciso, fallecer al arrullo de su despedida.
Alguien con quien hablar. Ángel Gabilondo. Editorial Aguilar.

lunes, 8 de marzo de 2010

Jóse Manuel Ballester

Foto: Sala Amós Salvador de Logroño
Exposición:La gran ciudad en la China actual. Fotografías de José Manuel Ballester (Madrid 1960).

La exposición ha reunido su serie de grandes edificios, en los que se refleja el trabajo de los más importantes arquitectos internacionales, como Herzog & de Meuron, Rem Koolhass, Paul Andreu o arata Isozaki entre otros, así como el de destacados arquitectos chinos.

viernes, 5 de marzo de 2010

Plaza Mayor de Madrid.

Foto: Plaza Mayor de Madrid.

El Urogallo, Michel Tournier.

Esta historia sucedió hace muy pocos años, en una época que sin embargo a los jóvenes de hoy día les parecerá prehistórica. En aquel tiempo, en efecto, no existía la televisión. Era la radio la que ejercía su imperio sobre las mentes y calentaba la imaginación. Y no hay que pensar que su poder era inferior al de nuestra televisión, sino muy al contario. Las voces, al carecer de rostro y de mirada, tenían todavía más misterio y su magia actuaba sobre los hombres y mujeres que la escuchaban con una eficacia a veces extraordinaria. Hay que tener en cuenta que en ciertas religiones los decretos de Dios se manifiestan mediante una voz que desciende de un cielo vacío. Por esos los “spiquers” –así se les llamaba- aparecían ante el gran público como criaturas incorpóreas y dotadas de ubicuidad y eran a la vez omnipotentes e inaccesibles... El urogallo, Alfaguara 1988. Michel Tournier.

jueves, 4 de marzo de 2010

El instante decisivo

Autor foto Sebas Navarrete

Decisiones que tiene que tomar el fotógrafo para hacer la fotografía, entre otras…

Elección del punto de vista y del encuadre. Es quizás la decisión más trascendente en el acto de fotografiar. El fotógrafo escoge lo que quiere fotografiar y deja fuera lo que no le interesa que aparezca. Dispone los elementos en el cuadro que ha determinado previamente desde cierto punto de vista.
Momento del disparo: Del continuum de una acción el fotógrafo selecciona un momento, presumiblemente el que ofrece para él un mayor interés y al que Cartier-Bresson denomina el "instante decisivo", para perpetuarlo o cristalizarlo en el tiempo. La utilización de motor está cambiando en cierta medida ésto. Extraido de “El Análisis documental de la fotografía” Félix del Valle Gastaminza.

miércoles, 3 de marzo de 2010

Una indecencia imperdonable.

Autor foto: Sebas Navarrete.

Hace un mes hablé en este artículo del infierno de las cárceles cubanas, del maltrato sistemático y de la aterradora indefensión de los presos de conciencia. Por entonces Orlando Zapata ya estaba en plena travesía hacia su muerte, pero yo no lo sabía. No lo sabía casi nadie. La huelga de Aminetu la conocimos desde el primer día, porque España es una democracia y las noticias circulan. Pero las dictaduras feroces, y la cubana lo es, se caracterizan por silenciar los gritos de las víctimas. Y hacen algo aún peor que silenciarlas: las difaman. En los foros de Internet leo comentarios de la gentuza castrista diciendo que Orlando era un delincuente común "de lo peor". ¿Se puede concebir una abyección más grande? Además de torturar, denigran al torturado. Es como si alguien violara a una chica, le sacara los ojos y la decapitara, y luego nosotros dijéramos: algo habrá hecho para merecerlo, la muy puta. Con las agresiones contra las mujeres ya lo vemos claro, ¿no? Pero, asombrosamente, ese sucio prejuicio sigue funcionando con los cubanos. Hablo de la absoluta inhumanidad del pensamiento dogmático, de la pereza intelectual y moral que impide que una buena parte de la izquierda asuma su responsabilidad ante el horror del castrismo. Hablo de Zapatero no diciendo ni palabra el primer día, y luego, tarde y mal, limitándose a lamentar la muerte y no a condenarla. Hablo del PSOE insistiendo en reforzar las relaciones con Cuba, una política que ya ven adónde conduce. Gracias a la presión popular salvamos la vida de Aminetu. Pero, ¿dónde están ahora los actores, los famosos, los de Izquierda Unida, todos esos que apoyaron a la saharaui? Orlando tuvo que pagar con su vida la visibilidad mediática. Ahora hay otras seis personas en huelga de hambre en Cuba reclamando derechos básicos: hay que ayudarlas. Ya se han acabado las excusas: justificar o disculpar hoy el castrismo es como justificar o disculpar el fascismo. Una indecencia imperdonable. Rosa Montero. Imperdonable. El País 2 de febrero 2010.

martes, 2 de marzo de 2010

Puerta del Sol. Madrid.


La cueva.

Un monje, un bandido, un pintor, un avaro y un sabio viajaban en compañía. Una tarde, cuando ya anochecía, se cobijaron en una cueva. "¿Cabe imaginar un sitio más adecuado para erigir una ermita?" dijo el monje. "¡Qué refugio para los fugitivos de la ley!" Exclamó el bandido. El pintor murmuró: "¡Qué temas para el pincel estas rocas y los juegos de la antorcha con sus sombras!" El avaro repuso: "Un lugar excelente para esconder un tesoro". El sabio había escuchado a los cuatro. Luego dijo: "¡Qué hermosa cueva!" Extraido de “El Análisis documental de la fotografía” Félix del Valle Gastaminza.

lunes, 1 de marzo de 2010

La fotografía.

"Como cada fotografía es apenas un fragmento su peso moral y emocional depende de dónde esté insertada. Una fotografía cambia de acuerdo con el contexto donde se la ve: Así, las fotografías de W. Eugene Smith tomadas en Minemata -duras imágenes en blanco y negro de los afectados por un envenenamiento masivo en una población de pescadores provocado por vertidos tóxicos- lucirán diferentes en un álbum, una galería, una manifestación política, un archivo policial, una revista de fotografía, una revista de noticias generales, un libro o la pared de un living. Cada una de estas situaciones sugiere un uso diferente para las fotografías pero ninguna de ellas le asegura un significado. Con cada fotografía ocurre lo que Wittgenstein declaraba de las palabras: el significado es el uso. Y por eso mismo la presencia y proliferación de todas las fotografías contribuye a la erosión de la misma noción de significado, a ese parcelamiento de la verdad en verdades relativas aceptado sin reservas por la conciencia liberal moderna." Susan Sontang (1981)