Durante los últimos años, nuestras tendencias a la rencilla y al encono han adoptado un tono de ansiedad en lo que toca a todo lo que podría cambiarse para bien. Tanto en el mundo educativo como en la economía política, o en los medios intelectuales, da la impresión de que los vocingleros, los predicadores del caos, cuentan con más facilidades para hacerse oir que quienes intentan llevar a cabo experiencias nuevas para, de ese modo, tratar de cambiar las cosas. George Steiner y Cécile Ladjali. Elogio de la transmisión. Editorial Siruela.
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¿Y como voy a saber lo que pienso si no lo he dicho todavía? E.M. Forster.
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