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lunes, 7 de febrero de 2011

La bella acción



Una vez me encontré una maleta que contenía un tesoro en dinero. En ella se indicaba quién era su dueño y domicilio.
Como era una de esas personas corruptas con las que el país sufre, decidí no devolvérselo. Lo puse en secreto en el patio de un hombre pobre que era amigo nuestro y se le conocía por su piedad. No tenía duda de que él lo gastaría por la causa de Dios. Luego me enteré de que se lo había devuelto a su dueño, renunciando a su derecho legal sobre él.
Lo sentí y me entristecí. Después, nuestro pobre y piadoso amigo murió. Me apresuré a lavarlo, a amortajarlo, a llevarlo a la mezquita y a rezar por él. Cuando los rezos terminaron, vi entre los asistentes, detrás del féretro, al hombre rico y corrupto llorando amargamente. Conmovido, dije:
-Gloria a Ti, Poseedor de la Soberanía. Tú sabes lo que nosotros no conocemos. Quizás el despertar venga con Tu permiso de donde nadie conozca.

Extraído de “Diálogos del atardecer” de Naguib Mahfuz –Premio Nobel de Literatura en el 1988.

martes, 1 de febrero de 2011

Imágenes vivas.





Graffitis en un muro de la calle Magallanes de Getafe (Madrid)
Para ver más grandes clicar sobre las fotos.

En esta fotografía antigua están reunidos los miembros de mi familia, y en esta otra los viejos amigos.
Las estuve mirando durante largo rato hasta sumergirme en los recuerdos. Todas las caras estaban radiantes, tranquilas, y hablaban con la vida. No había la más ligera señal de lo que ocultaba lo desconocido.
Ahora todos han muerto, no queda ni uno solo.
¿Quién puede asegurar que la realidad fue una realidad viva y no un sueño o una ilusión?


Naguib Mahfuz, Diagolos del atardecer. Ediciones MR.

sábado, 18 de diciembre de 2010

¡Más!


Ella nunca me escatimaba algo bonito que tuviera. Así pues, bebí de las fuentes de la belleza hasta saciar mi sed. Pero la ingratitud hacia los favores se vuelven con la máscara del descontento, y una de las señales de mi frustración es que me alegré con la separación.

En el curso de mi largo camino, el arrepentimiento no se separó de mi, e incluso ahora su enorme esqueleto me mira con sarcasmo.

Extraído de Diálogos del atardecer de Naguib Mahfuz. Ediciones MR.

jueves, 16 de diciembre de 2010

Recuerdos



Al ir a ordenar mi biblioteca, me encontré, detrás de una estantería, una rosa con los pétalos esparcidos. Sonreí. Las profundidades del remoto pasado mostraron una luz pasajera y se liberó del puño del tiempo un sentimiento de nostalgia que vivió cinco minutos. Una fragancia que era como un susurro se escapó de los pétalos secos.
Recordé las palabras del sabio amigo: “La crueldad de la memoria se manifiesta recordando lo que se ha desvanecido en el olvido”.
Extraído de Diálogos del atardecer de Naguib Mahfuz. Ediciones MR.