martes, 16 de noviembre de 2010

Ser nadie



Cuando llegue el momento de ser nadie, el mundo seguirá y no lo veremos. Si antes vivíamos cegados por el sol ahora estaremos cegados por la sombra.
Cuando llegue el momento de ser nadie, la memoria habrá quedado encinta de ideas y preguntas que nunca nacerán. Nadie sabe si seremos ceniza o si nos mezclaremos con la cenizas de otros.
Arriba o abajo seguirá la vida o seguirá el quién sabe. Ya una vez fuimos nadie, hasta que empezamos a ser alguien en el semen del padre y en el vientre materno.
De la nada a la nada pasa una historia efímera, esa imitación del algo que se llama vida, un lapso en el que amamos, respiramos, creemos y descreemos, repartimos semillas en los surcos que esperan y asumimos proyectos a largo o a larguísimo plazo.
Lo cierto es que no somos dueños de este cuerpo, tan sólo lo alquilamos, hasta que llega el óbito y nos da desalojo. Y entonces ser nadie es bastante menos que ser poco.
Los que a sabiendas hieren y matan y torturan, se creen fieles lacayos de la muerte, pero esos imbéciles no saben que, desde tiempo inmemorial, la parquísima inmola a sus lacayos.
Cuando llegue el momento de ser nadie, es mejor disiparse con la conciencia sepulcral tranquila. Mario Benedetti. Vivir adrede. Editorial Alfaguara.

1 comentario:

  1. Qué lucidez y sensibilidad tenía este ser humano ¡madre mía!. Me ha emocionado leerlo. Leo "Vivir Adrede" no de seguidillo, a veces abro sus páginas al azar, otras busco en el índice y lo saboreo poco a poco sin que llegue a cubrirse de polvo en la estantería.

    Hermosa imagen con la que lo acompañas. Esos ojos de fotógrafo veís lo que a otros se nos escapa.

    Saludos,

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¿Y como voy a saber lo que pienso si no lo he dicho todavía? E.M. Forster.
Te doy las gracias por opinar y participar. Saludos.