jueves, 4 de noviembre de 2010

Mario Benedetti




Personajes

Uno lee y relee. Cuando lee mucho, suele olvidarse de los títulos pero no de los personajes. Éstos perduran más que la trama novelesca o el ritmo de los poemas. En ocasiones, el nombre del personaje no siempre queda en la memoria, pero en cambio su soplo vital sí penetra en el alma del lector.
Hay personajes literarios a los que uno propina un abrazo que se llena de adjetivos y también hay atractivas bocas femeninas de las que uno recibe un beso de papel.
Los personajes vibran, avanzan, se divierten, vuelan, se sumergen, se dejan elegir, y uno los acomoda en el archivo de las remembranzas. Algunos son como espejos y otros son como aliados o acusadores.
Hay personajes jubilosos y otros con un pozo de tristeza. Los hay tan melancólicos que nos castigan su melancolía; tan prometedores que losa aplaudimos en los sueños. Tan santos que los miramos con escepticismo, y tan demoníacos que nos espantan el corazón.
Hay personajes ciegos que nos miran con las manos y otros delirantes que nos envenenan la costumbre. Hay personajes viudos que lloran sin lágrimas y cuando terminan con su liturgia impresa, se evaden del papel y lo celebran con su cónyuge de carne y hueso.
Finalmente hay personajes que casi casi somos nosotros. Y los queremos, a pesar de todo.
Mario Benedetti. Vivir adrede. Editorial Alfaguara.

3 comentarios:

  1. A mi también me gusta fotografiar a las personas cuando leen...
    Mis lecturas ya no son de personajes sino de como dejar de ser un personaje :)
    Un abrazo

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  2. Creo que los libros con como las películas e incluso como la vida misma, cada personaje es para cada uno de una forma distinta dependiendo de los ojos del lector, del espectador y del ser humano...

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  3. En referencia al el porqué de los instantes que fotografiamos: Tal como yo lo entiendo, y lo siento, todo es presente, hasta esas imágenes que miramos después de recogerlas con un medio mecánico, sigue siendo presente. Sólo la memoria es la que va hacia atrás o hacia adelante. tu mismo lo has dicho al hablar de esos acontecimientos que nos hacen ir más despacio... necesitamos poner en orden lo que ocurre por nuestro afán de controlar todo lo que nos acontece, por esto el pararnos y reflexionar, esto, para mi, es la memoria sabia, la otra, la que no impele hacia atrás o hacia adelante es la tonta :))) pero que también es necesaria para poder tomar conciencia de la diferencia entre una y otra. Esto es le mundo de los opuestos, El presente, el de la no dualidad, la totalidad.

    En mi caso, esos instantes que recojo los considero un regalo, un regalo del universo que quiere compartir conmigo su gran creatividad expresiva... continuo movimiento...

    El próximo día te contesto en mi blog. Hoy no sabía se te había suscrito para leer la respuesta. No siempre lo hago, pero si en algunos casos. Gracias por compartir conmigo tus pensamientos y experiencias.
    Un abrazo de nuevo, que no nos falten :)

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¿Y como voy a saber lo que pienso si no lo he dicho todavía? E.M. Forster.
Te doy las gracias por opinar y participar. Saludos.