viernes, 25 de marzo de 2011
Cuento sufi
El genio liberado de su lámpara le dice al pescador:
-Pide tres deseos y yo te los daré. ¿Cuál es tu primer deseo?
Tras meditarlo en rato, dice el pescador:
-Me gustaría que me hicieses lo bastante inteligente como para hacer una elección perfecta de los otros dos deseos.
-Hecho –dijo el genio-. Y, ahora ¿cuáles son tus otros dos deseos?
El pescador meditó de nuevo durante un momento, y contestó:
-Gracias. No tengo más deseos.
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Muy sabio, sí señor. Con los deseos hay que tener cuidado no sea que se cumplan.
ResponderEliminarGracias Sebastián especialmente por tan bellísima imagen.
Fantástico. Sí que lo hizo inteligente. El genio le dotó con el mejor don.
ResponderEliminarSe pueden desear muchas cosas sin que éstas sean materiales. A mí me aburriría tremendamente una vida sin "deseos" o cosas por cumplir.
ResponderEliminarUn abrazo
Hay que tener deseos, ilusiones, anhelos, y ganas de cumplirlos, como dice Paco. Lo que ocurre es que éstos también van cambiando conforme pasa la vida, y lo que pensábamos, en un tiempo, que era fundamental para nosotros, ahora, tal vez, ha dejado de tener tanta importancia.
ResponderEliminarUn beso muy fuerte.