sábado, 22 de enero de 2011

No ponga corsé al humor.



El cómico tiene licencia para ser muy corrosivo... en el mundo anglosajón - Sólo el público puede fijar el límite del buen gusto

La edición digital de El jueves daba ayer la bienvenida al humorista Ricky Gervais con el titular "Ha nacido una estrella" sobre una foto del británico fumándose un puro con llamas al fondo. Subtítulo: "Gervais vs. Hollywood, Globos de Oro 2011". Hasta ahora, todo el mundo daba por descontado que los británicos son maestros de la ironía ("burla fina y disimulada"). Desde la explosiva manera en que el comediante Ricky Gervais condujo la ceremonia de los premios cinematográficos, el domingo pasado, el planeta entero ya sabe que son también maestros del sarcasmo ("burla sangrienta, ironía mordaz y cruel con que se ofende o maltrata a personas o cosas"). Porque lo que hizo Gervais, con mejor o peor gusto -eso siempre es opinable- no está muy lejos de lo que los británicos llevan haciendo como quien dice desde siempre. Pero no en todos lados se pueden hacer chistes sobre todo o casi todo. Hollywood es el único límite a las bromas en Estados Unidos. El humor israelí es salvaje. Y en España nadie admite más límites que el sentido común y la autocensura pero infinidad de temas en los que se ceban los humoristas anglosajones no aparecen ni por asomo…

Recomiendo la lectura de este artículo (aquí os dejo el enlace) donde se trata el tema del humor y sus límites.

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¿Y como voy a saber lo que pienso si no lo he dicho todavía? E.M. Forster.
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