Las antiguas tejedoras de alfombras de la orilla meridional del mar Caspio, tejiendo desde su más tierna infancia, día tras día, a lo largo de tantos años, adquieren tal maestría que llegan a ser rapidísimas e infalibles. Pero antes de hacer los últimos nudos y terminar la tarea, cometen a propósito una equivocación. Porque sólo de Dios es la perfección; y puesto que no debe cometer el pecado de desafiar su infalibilidad, se acerca a él mediante la imperfección. “Elogio del error” de Pino Aprile. Editorial Temas de Hoy.
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¿Y como voy a saber lo que pienso si no lo he dicho todavía? E.M. Forster.
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