Si la cámara fotográfica es la pluma del fotógrafo, la luz es la tinta. El fotógrafo debe ser capaz de poder elegir el punto más adecuado, debe saber si es suficiente un determinado uso de la luz o si es preferible aumentar su intensidad. Tiene que escoger el objetivo que capte la escena en su totalidad o sólo un fragmento significativo, a muy poca distancia, de lo que aprecian sus ojos; debe trabajar en blanco y negro o en color, iluminar la escena frontalmente con bastante luz, o captar un perfil para evocar un cierto misterio. Y estas decisiones hay que tomarlas al instante, en cada disparo. En toda una vida de trabajo son muy pocas las imágenes que se pueden considerar grandes fotografías susceptibles de una utilización inmediata y adecuada, y todavía más raras las que resisten a la prueba del tiempo. Naturalmente, mi cerebro y mis ojos están siempre atentos y vigilantes. Pero la cámara fotográfica me sigue sólo cuando realizo un reportaje…El resto del tiempo miro y recojo impresiones. Cornell Capa (1918-2008)
Bonita imagen.
ResponderEliminarSabias, ilustrativas y poéticas palabras.
Feliz fin de semana