miércoles, 15 de septiembre de 2010

La fotografía directa



El crítico de arte Sadakichi Hartmann se refería así a una exposición de la Photo-Secession que se organizó en el Carnegie Institute en 1904, a propósito de la “fotografía directa”:

-¿Y a qué llama usted fotografía directa?-, podrán preguntarme.- ¿Puede usted definirla?- Bien eso es bastante fácil. Confiad en vuestra cámara, en vuestro ojo, en vuestro buen gusto, en vuestro conocimiento de la composición; considerad todas las fotografías como fluctuación de color, de luz y de sombra; estudiad líneas y valores y división del espacio; esperad pacientemente hasta que la escena o el objeto de vuestra visión se revele en su momento supremo de belleza; en otras palabras, componed tan bien la imagen que queréis hacer, que el negativo sea absolutamente perfecto y necesite poca o ninguna manipulación. No pongo objeción al retoque, a la artimaña o al énfasis, mientras no interfieran con las cualidades naturales de la técnica fotográfica. Por otro lado, las marcas de pincel o las rayas no son naturales a la fotografía, y objeto, y habré de objetar, el uso del pincel, las huellas de dedos, el raspado, el rayado o el garabato en la placa, el proceso de la goma y de la glicerina, si todo ello sólo es utilizado para producir efectos borrosos.

No se interpreten mal mis palabras. No quiero que el trabajador fotográfico se ajuste a métodos de receta ni a exigencias académicas. No quiero que sea menos artístico de lo que es hoy; por el contrario, quiero que sea más artístico, pero que lo sea sólo de maneras legítimas… Quiero que la fotografía pictorialista sea reconocida como una de las Bellas Artes. Es un ideal que acaricio… y por el que he combatido durante años, Pero estoy igualmente convencido de que eso sólo se logrará mediante la fotografía directa.”

2 comentarios:

  1. La verdad es que cada vez nos alejamos más de esta forma de entender la fotografía, se está pasando del disfrute de componer una fotografía a aprender a "repararla" con Photoshop.
    En el otro extremo, hay fotógrafos que dejan las motas de polvo del sensor para que no tenga nada de retoque.

    Saludos

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  2. Hoy por hoy no podría pasar de Photoshop. No hay una sola foto que me guste que no sufra algún repaso. Me importa el resultado final, no soy nada escrupuloso a la hora de utilizar y probar cualquier cosa hasta llegar a una imagen que me agrade. Es más, este proceso me divierte y hasta relaja. Esto no quita para que entienda a los que se declaran enemigos de cualquier manipulación.
    Por otro lado, si nos ponemos muy puristas, al realizar un simple encuadre, mientras miramos por el visor de nuestra cámara, ya estamos realizando una manipulación de la realidad

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¿Y como voy a saber lo que pienso si no lo he dicho todavía? E.M. Forster.
Te doy las gracias por opinar y participar. Saludos.