Lo que se aprende en la madurez no son cosas sencillas, como adquirir habilidades e información. Se aprende a no incurrir en conductas autodestructivas, a no dilapidar energía por causa de ansiedad. Se descubre cómo dominar las tensiones, y que el resentimiento y la autocompasión se encuentran entre las drogas más tóxicas. Se aprende que el mundo adora el talento, pero recompensa el carácter. Se comprende que la mayoría de la gente no está ni a favor ni en contra nuestro, sino que está absorta en sí misma. Se aprende, en fin, que por grande que sea nuestro empeño en agradar a los demás siempre habrá personas que no nos quieran. Esto es una dura lección al principio pero al final resulta tranquilizadora. John Gardner.
Este señor ha dado sencillamente con el quid de la questión. Muy hermoso, gracias
ResponderEliminarMe ha encantado lo que dice, estoy totalmente de acuerdo....ahhhh que ganas de playita tengo!!!! esa arenita en esa foto..mmmm....dentro de na en Menorca...besoooooo
ResponderEliminarQué texto tan cierto. A veces aprender esas cosas cuesta mucho.
ResponderEliminarGracias por esas fotos tan bonitas, con el mono de playa que tengo, es verla y entrarme ganas de lanzarme al agua.
Un beso
Estupendo el texto. Tremendamente revelador.
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