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El mar. La mar.
El mar. ¡Sólo la mar!
¿Por qué me trajiste, padre,
a la ciudad?
¿Por qué me desenterraste
del mar?
En sueños, la marejada
me tira del corazón.
Se lo quisiera llevar.
Padre, ¿por qué me trajiste
acá?
Rafael Alberti. Marinero en tierra, 1924
Son todas preciosas, pero la ola verde es espectacular.
ResponderEliminarSaludos.
Me quedo con la primera imagen. El mar, ¿qué tendrá? Llevo un día lejos de la Mariña y ya añoro el Cantábrico.
ResponderEliminarPreciosisimas fotos, como todas las que haces, pero la ola verde es una pasada....besoooooo
ResponderEliminarSin palabras, me encantan las imágenes de la mar cuando se enfada. Permíteme referirme a la mar en femenino, como una mujer. Es más evocadora. Gracias por tus fotos.
ResponderEliminarBellísimo homenaje al mar. Ahora lo echo de menos cuando no lo tengo cerca, Sebas. Cuando regreso a mi ciudad de cristal lo detecto al instante; ese olor salado de las ciudades bañadas por él. Es un calmante natural de lo más placentero.
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