viernes, 2 de septiembre de 2011

Otoño caliente.


Es muy de agradecer que los mercados hayan dado a Zapatero órdenes tajantes de adelantar las elecciones. De otro modo, y en vista de la pericia que está demostrando en la marcha atrás, podría cargarse las leyes relacionadas con la igualdad y los derechos civiles que él mismo impulsó durante la primera legislatura. Resulta impresionante la velocidad a la que conduce la locomotora en dirección contraria a sí mismo. Aspiraba a ser un presidente borgiano y ha devenido en un converso radical, de los que se comen a los caníbales. Si antes le molestaba que los poderosos votaran todos los días del año, ahora le irrita que no lo hagan cada hora. Pero él está dispuesto a enmendar ese error de la naturaleza, le va a hacer a Rajoy el programa de siete legislaturas, para que no tenga necesidad de salir del letargo que se le atribuye. Ha dejado sin espacio a los partidarios de la derecha económica y a los de la extrema derecha financiera. Y para que quede claro quién manda aquí, gobierne quien gobierne, comunica sus decisiones al líder del PP antes que a los órganos del PSOE y que al mismísimo Rubalcaba, cuyo pragmatismo felipista, en tal situación, parece un realismo de provincias. En todo esto hay muy poco Borges y mucho Lazarillo de Tormes, o sea, más picaresca española que metafísica rioplatense. Y democracia cero, claro, lo llaman democracia y no lo es. Menos mal, ya decimos, que los mercados, como los ricos franceses, tienen su sensibilidad y le han dado órdenes de dejar de romper piernas, que se estaba pasando. En todo caso, ha puesto contra las cuerdas a su propio partido, a IU, a los sindicatos y al 15-M, que están lógicamente a cinco minutos de tomar la calle. Esto es lo que se llama no decepcionar al respetable. En otras palabras, una biografía, literalmente hablando, de la hostia. El otoño caliente está servido. Juan José Millás. El País 2 de septiembre 2011.

4 comentarios:

  1. Al final... no será tan caliente. Estaremos todos tan preocupados en nuestros trabajos que no veremos más allá. Por desgracia.

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  2. El problema grave, muy grave, es para el que no tiene trabajo.

    Sebas.

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  3. ¡Bravo, Sebas! El otoño está tan caliente que yo, profesora y funcionaria, ya me he quemado (en mi blog explico algunas cosas, habrá más).

    Por cierto, trabajé muchos años también en un colegio (muy) privado al que Millás llevaba a su hijo... Adoro a este hombre y su manera de expresarse, pero hay cosas que me chirrían.

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  4. Latixer, malos tiempos para lo público y para sus trabajadores. Para los que aman su profesión y ven como son insultados, y son el blanco de discursos falsos que tratan de confundir a los ciudadanos, usuarios de esos servicios. Es una vergüenza.
    Abrazos.
    Sebas Navarrete

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¿Y como voy a saber lo que pienso si no lo he dicho todavía? E.M. Forster.
Te doy las gracias por opinar y participar. Saludos.