jueves, 5 de agosto de 2010

Vilém Flusser


Foto: Gijón, Asturias, España.

Mientras la mirada, al explorar la superficie de una imagen, registra un elemento tras otro, establece relaciones temporales entre los elementos. Puede volver a un elemento de imagen ya visto convirtiendo el “antes” en un “después”. El tiempo reconstruido mediante escaneo* es el eterno regreso de lo mismo. A la vez, la mirada establece relaciones significativas entre los elementos de la imagen. Puede volver una y otra vez a un elemento específico y convertirlo en portador del significado de la imagen. Entonces, se generan complejos de significado, en los que un elemento da significado a otro y recibe de este otro su propio significado: el espacio reconstruido mediante escaneo es el espacio del significado recíproco.

Este espacio-tiempo propio de la imagen no es otra cosa que el mundo de la magia, un mundo en el que todo se repite y todo participa de un contexto significativo. Ese mundo se distingue estructuralmente de la linealidad histórica, en la que nada se repite y todo tiene causas y acarrea consecuencias. Por ejemplo: en el mundo histórico el amanecer es la causa del canto del gallo, mientras que en el mágico el amanecer significa el canto del gallo y el canto del gallo significa el amanecer. El significado de las imágenes es mágico.

*”Escaneo”: Exploración de la superficie de la imagen con la mirada.

Una filosofía de la fotografía. Vilém Flusser. Editorial Sintesis.

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