"A todos los niños, desde siempre, les han gustado los hechos excepcionales, las sorpresas. Muchos poseen un alma aventurera que suele estar en el primer plano de su personalidad. Lo que suele suceder es que, mientras van creciendo, la sociedad adulta se ocupa de ir desvaneciendo esa sed de aventura, borrándola entre las tinieblas del corazón del niño hasta hacerle creer que ha muerto. Es mentira, porque el niño siempre vive agazapado detrás de la capa exterior que la sociedad le ha obligado a moldear. Y lo probable es que vuelva a asomar en los minutos que preceden a la muerte." Javier Reverte, “La aventura de viajar”
Es cierto y es una lástima. La sociedad mata muchas cosas buenas también.
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