sábado, 13 de febrero de 2010

Amor mundi.


Dusan Velickovic, describió con sensibilidad la vida de Belgrado bajo los bombardeos de la OTAN entre la crónica política y las más sencillas anotaciones cotidianas. A estas observaciones las tituló Amor mundi (Editorial del Bronce, Barcelona, 2003) Una consideración prestada de La condición humana de Hannah Arendt, cuando ya Slobodan Milosevic se encontraba sentado ante el Tribunal Internacional de La Haya, señalaba acertadamente que tenía una importancia crucial saber “si la diosa Justicia encontrará su camino entre la culpabilidad y la inocencia individual o colectiva. Porque, al fin y al cabo, cuesta tanto creer que un solo dictador sea el responsable de todo como que toda la nación sea completamente inocente”. Extraido de fronterad, autor Joseba Louzao.

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¿Y como voy a saber lo que pienso si no lo he dicho todavía? E.M. Forster.
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