El Caído de Rafael Canogar. Foto Sebas Navarrete |
Los hombre, sin excepción, negro y blancos, felices y
tristes, inteligentes y necios, somos así: enarbolamos banderas que otros
odian, adoramos dioses que ofenden a nuestros vecinos, nos rodeamos de leyes
que insultan a quienes nos rodean. La consecuencia es fácil de deducir: de vez
en cuando, haga sol o nieve, en democracia o bajo la égida de algún fascista
disfrazado de inspector de finanzas, estrellamos aviones contra rascacielos,
bombardeamos países pobres de solemnidad y nos embarcamos en cruzadas tan
atroces como injustas. Extraído de “El corrector” de Ricardo Menéndez Salmón.
Atroces, injustas y que suponen un esfuerzo y gasto mayor que el que sería ayudar a los demás, sean de fuera o de dentro, ser comprensivos con las ideas y opiniones de los otros y sonreir cada día ante los que nos rodean.
ResponderEliminarQue tengas un bonito día de curro, sólo 3 más y podremos hacer de nuevo lo que más nos plazca.
Un beso
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