lunes, 8 de octubre de 2012

La condición humana

El Caído de Rafael Canogar. Foto Sebas Navarrete


Los hombre, sin excepción, negro y blancos, felices y tristes, inteligentes y necios, somos así: enarbolamos banderas que otros odian, adoramos dioses que ofenden a nuestros vecinos, nos rodeamos de leyes que insultan a quienes nos rodean. La consecuencia es fácil de deducir: de vez en cuando, haga sol o nieve, en democracia o bajo la égida de algún fascista disfrazado de inspector de finanzas, estrellamos aviones contra rascacielos, bombardeamos países pobres de solemnidad y nos embarcamos en cruzadas tan atroces como injustas. Extraído de “El corrector” de Ricardo Menéndez Salmón.

2 comentarios:

  1. Atroces, injustas y que suponen un esfuerzo y gasto mayor que el que sería ayudar a los demás, sean de fuera o de dentro, ser comprensivos con las ideas y opiniones de los otros y sonreir cada día ante los que nos rodean.
    Que tengas un bonito día de curro, sólo 3 más y podremos hacer de nuevo lo que más nos plazca.
    Un beso

    ResponderEliminar
  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar

¿Y como voy a saber lo que pienso si no lo he dicho todavía? E.M. Forster.
Te doy las gracias por opinar y participar. Saludos.