Códice castellano.
No tener deudas ni amoríos, ni pleitos, ni riñas, ni repartos de bienes con los parientes, contentarse con poco, no esperar nada de los grandes, acomodar los deseos a la realidad. Vivir honradamente y sin ambiciones, entregarse sin escrúpulos a la devoción, dominar las pasiones, hacerlas obedientes. Conservar el espíritu libre y el juicio firme es esperar en casa, con gran sosiego, la muerte. (De un códice castellano del siglo XVI)
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¿Y como voy a saber lo que pienso si no lo he dicho todavía? E.M. Forster.
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