martes, 28 de octubre de 2008

Los regalos.

Una vez, un maharajá que tenía fama de ser muy sabio, cumplió cien años. El acontecimiento fue recibido con gran alegría, ya que todos querían mucho a su gobernante. En el palacio se organizó una gran fiesta para aquella noche y fueron invitados poderosos señores del reino y de otros países.
Llegó el día, y una montaña de regalos se amontonó en la entrada del salón, donde el maharajá iba a saludar a sus invitados.
Durante la cena, el maharajá pidió a sus sirvientes que separaran los regalos en dos grupos: los que tenían remitente y los que no se sabía quién los había enviado.
A los postres, el rey mandó traer todos los regalos en dos montones. Uno de cientos de grandes y costosos regalos, y otro más pequeño, con sólo una decena de presentes.
El maharajá empezó a abrir los regalos del primer montón y fue llamando a quien se los había enviado. A cada uno, lo hacía subir al trono y le decía:"Te agradezco tu regalo, te lo devuelvo y estamos como antes". Y le devolvía el regalo, sin importar qué fuera.
Cuando terminó con el primer montón, se acercó a la segunda montaña de regalos y dijo: "Estos regalos no tienen remitente. Estos sí los voy a aceptar porque no me obligan a nada y, a mi edad, no es bueno contraer deudas". - Cuentos para pensar. Jorge Bucay.

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¿Y como voy a saber lo que pienso si no lo he dicho todavía? E.M. Forster.
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