Mis veintisiete años nada eufóricos, la vista cansada (quizá necesite gafas). Sin estudios superiores. Cuatro caries. Un abuelo prevegetal al que veo tres veces al año. Mi nariz torcida, los ojos hundidos, la barbilla terca, la incipiente barriga, los malos pensamientos, los complejos, los miedos, los ratos aburridos, las oportunidades perdidas, son mi modesta contribución a la fealdad del mundo.
Extraído de “Cuatro amigos” de David Trueba. Editorial Anagrama.
Muy bueno, muy real, muy triste también...
ResponderEliminarO quizá no. Puede que dependa de los ojos que miren.
EliminarPues yo me acabo de "enamorar" (de éste comentario) de ti.
ResponderEliminarMe gusta cómo te has descrito,me gusta tu humildad, la palpo y me gusta tanto que me emociona hasta llorar.
Una humildad y sencillez, campechana, tradicional, que no sé porqué me absorbe...
Noia, como indico el texto está extraído de la novela de David Trueba "Cuatro amigos". No digo que no aporte a este mundo mi parte de "miserias" como cada hijo de vecino, pero para nada han de coincidir con el contenido en este texto.
EliminarGenial!!! sin mas.
ResponderEliminarMuy Lindo! Muy Real!!!
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