Para nada
Trabajé el aire
se lo entregué al viento:
voló, se deshizo,
se volvió silencio.
Por el ancho mar,
por los altos cielos,
trabajé la nada,
realicé el esfuerzo,
perforé la luz
ahondé el misterio.
Para nada, ahora,
para nada, luego;
humo son mis obras,
cenizas mis hechos.
...Y mi corazón
que se queda en ellos.
Ángel González. Poeta, catedrático y ensayista nacido en Oviedo en 1922 falleció el 12-01-2008.