"Observa lo común, permanece atento a lo ordinario -no trates de ser excepcional. Todos deseamos ser excepcionales. Las personas vienen a mí y les digo: "Siéntense en silencio y no se preocupen tanto por la meditación o la oración y con el tiempo llegarán"; entonces replican: "¿Pero siempre sentados...?". Necesitan algo excepcional. Si les digo: "Párense en la cabeza", entonces les parece bien. Por eso, se han multiplicado en el mundo entero los maestros que enseñan a la gente a pararse en la cabeza -lo difícil e incómodo atrae. La gente ensaya posturas ridículas en nombre del yoga. ¡Sencillamente ridículas!. Mientras más ridículas, mejor; mientras más difíciles, más grande es el reto para el ego. Entonces, ¡que las hagan!. Que asuman posturas absurdas, porque así creerán estar haciendo algo extraordinario.
La vida en sí es maravillosa y no hay necesidad de mejorarla. Si la naturaleza hubiera querido que te pares en la cabeza, habrías sido creado así. Escucha y obedece a la naturaleza y no entres en conflicto con ella; sencillamente, obedece y no tardarás en lograr el silencio interior que viene cuando se es una persona común. Hace apenas algunos días vino a mi un joven a preguntarme si debía casarse o no...
Le dije: "Sé como el común de la gente. ¿Por qué no casarte?". Pero no deseaba hacerlo -no casarse es algo excepcional. Casarse es lo ordinario, tener hijos es tan común, tener un hogar es tan ordinario. Dijo: "Pero todos los grandes hombres han permanecido solteros".Entonces, le dije: "Si deseas ser extraordinario, ve a otra parte. Para mí, el deseo de ser excepcional es una enfermedad. Ven a mí sólo si deseas ser ordinario"...
Luego le dije: "Sencillamente mira en tu interior. Cierra los ojos y dime lo que deseas".
Entonces, respondió: "Claro que me gustaría casarme, pero es algo que parece tan común y corriente: desperdiciar la vida en cosas tan ordinarias". Pero la vida entera está hecha de cosas corrientes. La grandeza no está en las cosas, sino en la calidad que le aportes a la vida, a las cosas corrientes de todos los días".Osho, La armonía oculta. Conversaciones sobre Heráclito.
La vida en sí es maravillosa y no hay necesidad de mejorarla. Si la naturaleza hubiera querido que te pares en la cabeza, habrías sido creado así. Escucha y obedece a la naturaleza y no entres en conflicto con ella; sencillamente, obedece y no tardarás en lograr el silencio interior que viene cuando se es una persona común. Hace apenas algunos días vino a mi un joven a preguntarme si debía casarse o no...
Le dije: "Sé como el común de la gente. ¿Por qué no casarte?". Pero no deseaba hacerlo -no casarse es algo excepcional. Casarse es lo ordinario, tener hijos es tan común, tener un hogar es tan ordinario. Dijo: "Pero todos los grandes hombres han permanecido solteros".Entonces, le dije: "Si deseas ser extraordinario, ve a otra parte. Para mí, el deseo de ser excepcional es una enfermedad. Ven a mí sólo si deseas ser ordinario"...
Luego le dije: "Sencillamente mira en tu interior. Cierra los ojos y dime lo que deseas".
Entonces, respondió: "Claro que me gustaría casarme, pero es algo que parece tan común y corriente: desperdiciar la vida en cosas tan ordinarias". Pero la vida entera está hecha de cosas corrientes. La grandeza no está en las cosas, sino en la calidad que le aportes a la vida, a las cosas corrientes de todos los días".Osho, La armonía oculta. Conversaciones sobre Heráclito.