¿Por qué aumenta la violencia de género, por qué es tan alto el número de mujeres asesinadas por sus maridos, sus ex maridos, sus amantes, sus ex amantes? ¿Se han vuelto los miembros masculinos de la comunidad humana más salvajes, más violentos y criminales? Pienso que no. Somos nosotras las que hemos cambiado. Hemos aprendido a decir no, a abandonarles, a sustituirles: nos hemos liberado de normas que tienen siglos o milenios de antigüedad que las avalan. Mientras la mujer seguía allí, al lado de su pareja, de su dueño, era quizá maltratada, humillada, violada, pero no solía ser asesinada. No era necesario recurrir a aquello que desde el comienzo de los tiempos ha determinado el predominio del varón: su mayor fuerza física. Esther Tusquets. Extraído de “Las mujeres que escriben también son peligrosas” de Stefan Bollmann.