sábado, 16 de mayo de 2009

Islas


Cada ser humano es una isla. En el mejor de los casos, pertenece a un archipiélago. Aun así, cada isla es distinta de las otras. Algunas son fértiles, pródigas, ubérrimas. Otras son áridas, magras, resecas.
Cada ser humano es una isla, donde sólo convive con su conciencia y en ocasiones con un lago quieto que le informa sobre qué rasgos asume su rostro de náufrago.
Cando el ser humano se aburre de su soledad, entonces se comunica con otra u otras islas, a nado, o en balsa, en lancha o en canoas. Y en la otra isla conoce a otros náufragos y también a otras náufragas, y a veces se enamora.
El amor une a las islas como una corriente. A veces dos islas copulan y nace un islote. Mario Benedetti. Vivir adrede.