jueves, 31 de mayo de 2012

Señas de identidad



Los que se aferran a unas señas de identidad demasiado tajantes olvidan que el mundo está vivo gracias a una permanente metamorfosis. Dentro de una caracola está el mar, y los mares se mueven con voluntad de nube, y el agua de las nubes sueña con ser tierra, y la tierra procura elevarse por los anillo de los árboles, y los árboles quieren ser viento y por eso extienden sus ramas, y las ramas procuran volar como un pájaro hasta la nube que va a devolverle el agua al mar y el mar a la caracola. Extraído de “Una forma de resistencia” de Luís García Montero. Editorial Alfaguara.

3 comentarios:

  1. Preciosa foto!! y el texto encaja perfectamente con ella. Saludos

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  2. Buena reflexión. Algunos debieran leerla todos los días antes de posar la cabeza sobre la almohada.

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¿Y como voy a saber lo que pienso si no lo he dicho todavía? E.M. Forster.
Te doy las gracias por opinar y participar. Saludos.