El DNI en España se remonta al
año 1944. Este mecanismo de control e identificación premió a Franco con el
número 1 y a la Familia
Real con la primera decena. Los demás ya quedamos tan atrás
en millones de puestos que ni siquiera lo interpretamos como un dorsal, eso lo
dejamos para el infantilismo de los poderosos. En los años sesenta se hizo
obligatorio incluir la foto y todos fuimos reducidos al formato de 4x3, que es
nuestra más común representación. A partir de la mayoría de edad, nuestra foto
ya no está tomada en un jardín, en una piscina, en la alegría del campo o la
playa, sino contra un fondo blanco, con cara de sospechosos y actitud de
delincuente fichado por primera vez. Cualquier persona en la foto del DNI es culpable.
Por eso es tan maravilloso
pasear entre las fotos de Virgilio Vieitez que ahora se exponen en Madrid.
Aparte de su serie de retratos para el DNI y el carnet de familia numerosa en
las aldeas de Pontevedra, deja un recorrido emocionante de rostros comunes y
peripecias anónimas. Acostumbrados como estamos a la foto de autor, encontrar
la pureza de la falta de pretensiones, pero ejecutada con racionalidad y un
sentido del encuadre magnífico, nos devuelve un espejo del pasado. Ahora que
tenemos enormes dudas sobre lo que seremos de aquí a unos años, no viene mal
recordar lo que fuimos. El país sacudido que se vestía de domingo, precarios y
zurcidos pero orgulloso y felices en la boda o el bautizo, siniestros en el
luto y poblados de niños con cara de padre de familia hipotecado.
La irresistible belleza gallega
aparece en los márgenes de los retratos de Vieitez, tras la grisura del tiempo.
Vivimos en un mundo sobrefilmado y sobrerretratado, donde un niño acumula en
sus primeros cinco años de vida una documentación gráfica que ocuparía
doscientos álbumes. Es gratificante recordar esos tiempos del retrato único, de
la foto familiar casi oficial, la placa imperecedera frente a la nula calidad
de la instantánea del móvil. Cuando los recuerdos se podían contar con los
dedos de una mano y casi nunca era domingo. No está de más, tampoco, recuperar
la autoestima por todo lo logrado en las últimas décadas.
David Trueba El Pais 12-2-2013
Exposición hasta el 19 de mayo de
Virgilio Vieitez. Fundación Telefónica, calle Fuencarral, 3. Revisadas más de
50.000 negativos entre 1953 y 1980 se exponen más de 250 fotos en B/N y color.
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¿Y como voy a saber lo que pienso si no lo he dicho todavía? E.M. Forster.
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