Estar en contra de las
ideologías significa estar en contra de las ideas generales. ¿Acaso no es una
idea general la que lleva a pensar en la riqueza como producción y consumo? ¿No
es eso mismo, producción y consumo, lo que tanto la izquierda como la derecha
parecen desear que se recupere? ¿No es una idea general que los partidos
políticos defienden los intereses de las partes de la sociedad a las que
representan y que la corrupción es accidental? Quizá si le damos la espalda a
las teorías históricas, sociales y políticas y pensamos más a partir de nuestra
experiencia, veremos alguna cosa clara: que es la carrera por el crecimiento lo
que nos ha llevado a esta situación; y que los partidos políticos, sin reglas
que les impidan hacer lo que hasta nuestros días vienen haciendo, se convierten
en castas. Extraido de FronteraD artículo de la escritora Maite Larrauri.
¡Cuán de actualidad deberían de estar los viejos discursos!
ResponderEliminarLa actual nos tiene enredados.