METRO DE MADRID. El 17 de octubre de 1919 Alfonso XIII inauguró la primera línea del metro, que cubría una distancia de 3.500 metros, entre la populosa barriada obrera de Cuatro Caminos y la Puerta del Sol, con seis estaciones intermedias: Ríos Rosas, Martínez Campos (Glorieta de Iglesia), CHAMBERÍ, Glorieta de Bilbao, Hospicio (Tribunal) y Red de San Luis (Gran Vía).
ESTACIÓN DE CHAMBERÍ. Su diseño responde a los criterios de funcionalidad, sencillez y economía impuestos por Antonio Palacios. Este arquitecto logró atenuar la posible reticencia del público a utilizar el transporte subterráneo mediante el empleo de acabados brillantes, coloristas y luminosos en los espacios en contacto con los viajeros, como vestíbulos, túneles de paso y andenes, utilizando masivamente paños de azulejos y otras piezas cerámicas de color blanco y azul cobalto.
En la década de los 60, debido al incremento del tráfico de viajeros, Metro decidió alargar las estaciones de la línea 1 para poder poner en servicio nuevos trenes de mayor capacidad, de hasta seis coches. Ante la imposibilidad técnica de ampliar la estación de Chamberí, por su situación en curva y su proximidad a las de Bilbao e Iglesia, el Ministro de Obras Públicas decidió cerrarla el año 1966.
La singularidad, el buen estado de conservación, el valor testimonial y artístico, han hecho que este espacio histórico se haya recuperado y restaurado por el Ayuntamiento de Madrid para el disfrute de todos.
Se puede visitar de martes a viernes de 11 a 19 h. y los sábados, domingos y festivos de 11 a 15 horas. Lunes cerrado. Plaza de Chamberí, s/n. Visita gratuita.
Agradecimientos. Textos extraídos de parte de la información que facilita el museo al visitante.
ESTACIÓN DE CHAMBERÍ. Su diseño responde a los criterios de funcionalidad, sencillez y economía impuestos por Antonio Palacios. Este arquitecto logró atenuar la posible reticencia del público a utilizar el transporte subterráneo mediante el empleo de acabados brillantes, coloristas y luminosos en los espacios en contacto con los viajeros, como vestíbulos, túneles de paso y andenes, utilizando masivamente paños de azulejos y otras piezas cerámicas de color blanco y azul cobalto.
En la década de los 60, debido al incremento del tráfico de viajeros, Metro decidió alargar las estaciones de la línea 1 para poder poner en servicio nuevos trenes de mayor capacidad, de hasta seis coches. Ante la imposibilidad técnica de ampliar la estación de Chamberí, por su situación en curva y su proximidad a las de Bilbao e Iglesia, el Ministro de Obras Públicas decidió cerrarla el año 1966.
La singularidad, el buen estado de conservación, el valor testimonial y artístico, han hecho que este espacio histórico se haya recuperado y restaurado por el Ayuntamiento de Madrid para el disfrute de todos.
Se puede visitar de martes a viernes de 11 a 19 h. y los sábados, domingos y festivos de 11 a 15 horas. Lunes cerrado. Plaza de Chamberí, s/n. Visita gratuita.
Agradecimientos. Textos extraídos de parte de la información que facilita el museo al visitante.