Si los hombres no estáis contentos, os podéis marchar a otro lugar. Pero, desde luego, las mujeres no podemos. En realidad, no soy mucho mejor que una planta en una maceta: una vez plantada por las manos de mis padres, ya no soy capaz de moverme un solo centímetro a menos que venga alguien a ayudarme. No me queda más remedio que estarme quieta. Estarme quieta hasta que me marchite.
Extraído de “El caminante” de Natsume Sōseki. Editorial Satori. Edición abril 2011.
Extraído de “El caminante” de Natsume Sōseki. Editorial Satori. Edición abril 2011.
Hermosa fotografía en la que la sencillez hace que resalte la luminosidad y la composición, de esa flor atrapada en su destino por ser bella. Un saludo.
ResponderEliminarLa foto es una belleza. Del texto tengo que decir que de plantas las mujeres no tenemos nada.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es cierto que las mujeres a día de hoy tienen más ataduras que los hombres y la culpa es de éstos y también de las propias mujeres...debería existir eso que denominan corresponsabilidad....
ResponderEliminarLa fotografía es preciosa.
Primero quiero aclarar, aunque creo no sería necesario, que los extractos que publico de diferentes obras no tienen que coincidir para nada con mi forma de pensar y entender la vida. Esta novela transcurre en un Japón de finales del año 1800 y principios del 1900, pero por desgracia todos sabemos que hoy en día, ahora mismo, en muchas partes de este planeta, la mujer sufre lo descrito en este extracto.
ResponderEliminarSaludos a todos y buen fin de semana.
Sebas
Lo sabemos, Sebas. Los extractos, las fotografías...
ResponderEliminarMe encanta tu blog.
Felicidades.
Sebas, ya se que son textos que acompañan a las fotos muy bien. Quizás, yo no me exprese bien.
ResponderEliminarSaludos.
Hola Manuela.
ResponderEliminarNo hay problema alguno, faltaría más. Abrazos.
Sebas.