Contar deforma, contar los hechos deforma los hechos y los tergiversa y casi los niega, todo lo que se cuenta pasa a ser irreal y aproximativo aunque sea verídico, la verdad no depende de que las cosas fueran o sucedieran, sino de que permanezcan ocultas y se desconozcan y no se cuenten […] La verdad nunca resplandece, como dice la fórmula, porque la única verdad es la que no se conoce ni se transmite, la que no se traduce a palabras ni a imágenes, la encubierta y no averiguada, y quizá por eso se cuenta tanto o se cuenta todo, para que nunca haya ocurrido nada, una vez que se cuenta. Javier Marías, Corazón tan blanco.
todo es susceptible de ser verdad hasta que es contado, entonces cada uno se crea su propia verdad con lo cual la verdad deja de ser verdad en si misma
ResponderEliminarCoincido Manuel, como coincido en este extracto de la novela de Marías. Un ejemplo claro es lo que sucede con los medios de comunicación, dependiendo quien lo cuente dará una versión que poco o nada se parecerá al hecho concreto.
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