No podía olvidarme de lo mucho que me identificaba con Paúl Valéry cuando aseguraba que su mente no estaba hecha para las novelas tradicionales, ya que las grandes escenas de éstas, las cóleras, las pasiones, los momentos trágicos, lejos de exaltarle, le llegaban como destellos miserables, estados rudimentarios donde todas las estupideces andan sueltas, donde el ser se simplifica hasta la tontería…. Enrique Vila-Matas, Exploradores del abismo.
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¿Y como voy a saber lo que pienso si no lo he dicho todavía? E.M. Forster.
Te doy las gracias por opinar y participar. Saludos.