Le Tréport, Francia. Foto Sebas Navarrete |
“Tomemos
una colección de fotografías personales. Aparentemente sólo se incluyen
situaciones agradables entendidas como excepcionales de la cotidianidad: ritos,
celebraciones, viajes, vacaciones, etc. Fotografiamos para reforzar la
felicidad de estos momentos. Para afirmar aquello que nos complace, para cubrir
ausencias, para detener el tiempo y, al menos ilusoriamente, posponer la
ineludibilidad de la muerte. Fotografiamos para preservar el andamiaje de
nuestra mitología personal."
Extraído del “El beso de Judas, fotografía y
verdad” de Joan Fontcuberta. Editorial Gustavo Gili. 1ª edición 2009.
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¿Y como voy a saber lo que pienso si no lo he dicho todavía? E.M. Forster.
Te doy las gracias por opinar y participar. Saludos.