No sé, me importa un pito que las mujeres tengan los
senos como magnolias o como pasas de higo; un cutis de durazno o de papel de
lija. Le doy una importancia igual a cero, al hecho de que amanezcan con un
aliento afrodisíaco o con un aliento insecticida. Soy perfectamente capaz de
soportarles una nariz que sacaría el primer premio en una exposición de
zanahorias; ¡pero eso sí! -y en esto soy irreductible- no les perdono, bajo
ningún pretexto, que no sepan volar. Si no saben volar ¡pierden el tiempo las
que pretendan seducirme! Oliverio Girondo. Recogido en la novela de Mara
Torres “La vida imaginaria”.
maravilloso...y maravillosa la pelicula "El lado oscuro del corazón"...conmueve y rompe diques, al menos para los sensibles.
ResponderEliminarun abrazo