De los cientos de
muertes que me habitan,
ésta de hoy es la
que menos me sangra.
Es la muerte que
viene con las tardes,
cuando las sombras
pálidas se alargan,
y los contornos se
derrumban,
y se perfilan las
montañas.
Entonces alguien
pasa pregonando
su mercancía bajo
la ventana,
a la que yo me
asomo para ver
las últimas
farolas apagadas.
Por al ceniza de
las calles cruzan
sombras sin dejar
huellas, hombres que pasan,
que no vienen a mí
ni en mí se quedan,
a cuestas con su
alma solitaria.
La luz del día
huye hacia el oeste.
El aire de la
noche se adelanta,
y nos llega un
temor agrio y confuso,
casi dolor, apenas
esperanza.
Todo lo que me
unía con la vida
deja de ser unión,
se hace distancia,
se aleja más, al fin
desaparece,
y muerto soy,
… y nadie me
levanta
Ángel González
“Palabra sobre palabra” Editorial Austral.
Me gusta mucho, como me gustó su poema "Para que yo me llame Ángel González"
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