Parque Nacional de Ordesa. Foto Sebas Navarrete |
Trabajé el aire,
se lo entregué al
viento:
voló, se deshizo,
se volvió
silencio.
Por el ancho mar,
por los altos
cielos,
trabajé la nada,
realicé el
esfuerzo,
perforé la luz,
ahondé el
misterio.
Para nada, ahora,
para nada, luego:
humo son mis
obras,
ceniza mis hechos.
… y mi corazón
que se queda en
ellos.
Ángel González
“Palabra sobre palabra” Editorial Austral.
Espero que las hayas nunca puedan recitar este poema.
ResponderEliminarSaludos.