martes, 19 de abril de 2022

Un texto leído y recordado se vuelve, en esa relectura redentora, como aquel lago helado en el poema que aprendí de memoria hace ya mucho tiempo, sólido como la tierra firme, capaz de sostener al lector mientras lo cruza aunque su existencia sólo tenga lugar en la mente, una existencia precaria y efímera como si sus palabras estuvieran escritas en agua. Alberto Manguel, fragmento de “Una historia de la lectura”.


 

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¿Y como voy a saber lo que pienso si no lo he dicho todavía? E.M. Forster.
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