jueves, 7 de abril de 2022
“En general”, escribió Kafka en 1904 a su amigo Oskar Pollak, “creo que sólo debemos leer libros que muerdan y arañen. Si el libro que estamos leyendo no nos despierta como un golpe en el cráneo, ¿para qué molestarnos en leerlos? ¿Para que nos hagan felices como dices tú? Cielo santo, seríamos igual de felices si no tuviéramos ningún libro. Los libros que nos hacen felices también podríamos escribirlos nosotros mismos si no nos quedara otro remedio. Lo que necesitamos son libros que nos golpeen como una desgracia dolorosa, como la muerte de alguien a quien queríamos más que a nosotros mismos, libros que nos hagan sentirnos desterrados a los bosques más lejanos, lejos de toda presencia humana, como un suicidio. Un libro debe de ser el hacha que quiebra el mar helado dentro de nosotros. Eso es lo que creo”.
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¿Y como voy a saber lo que pienso si no lo he dicho todavía? E.M. Forster.
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