lunes, 13 de abril de 2015

La insinuación


Una tienda de ropa en Londres. Foto Sebas Navarrete

Desde la famosa hoja de parra de Adán y de Eva,  primera pieza de lencería de la que se tiene constancia, la humanidad ha pasado su larga vida ocultando el sexo y revelándolo. El desnudo no deja espacio a la fantasía, es demasiado prosaico. Lo que excita es la insinuación, la danza de los siete velos, el striptease, ese ritual erótico de desnudar el cuerpo lentamente y, al llegar al sexo, mostrarlo apenas un instante antes de ocultarlo de nuevo. Vestir el sexo es, en realidad, el gran juego. Velarlo para intensificar su presencia y el deseo. Nuria Barrios, El País Semanal, 12/04/2015. 

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