El “entrar en razón” es, por
supuesto, un “amargo despertar” cuando la sinrazón nos cerca. Esa magnífica expresión
de “entrar en razón” es posible porque tenemos memoria. Solo a partir de ese
pasado, de la elaboración de las experiencias que la forjan y de una mirada
clara e iluminadora que proyectamos sobre él, tiene sentido la vida de la
cultura, quiero decir del cultivo de la mente a la que todos los humanos
estamos obligados. “Y es que tener cultura –dice María Zambrano- es tener
detrás de la vida individual de cada uno un tesoro a veces anónimo, a veces con
nombre y figura”
Extraído de “Los libros y la libertad” de Emilio Lledó,
editorial RBA
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¿Y como voy a saber lo que pienso si no lo he dicho todavía? E.M. Forster.
Te doy las gracias por opinar y participar. Saludos.