lunes, 8 de septiembre de 2014

Las fronteras



Si hubiera más personas que sintieran mi profundo desprecio por las fronteras, no habría más guerras ni bloqueos, nada más estúpido. Son como cañones, como generales: mientras reina el buen sentido, la humanidad y la paz, no nos percatamos de su existencia y sonreímos ante ellas, pero en cuanto estallan la guerra y la demencia, se convierten en importantes y sagradas. “El caminante” Hermann Hesse.

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¿Y como voy a saber lo que pienso si no lo he dicho todavía? E.M. Forster.
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