"Cuando
el arquero dispara gratuitamente, tiene con él toda su habilidad.
"Cuando
dispara esperando ganar una hebilla de bronce, ya está algo nervioso.
Cuando
dispara para ganar una medalla de oro, se vuelve loco pensando en el premio y
pierde la mitad de su habilidad, pues ya no ve un blanco, sino dos.
Su
habilidad no ha cambiado pero el premio lo divide, pues el deseo de ganar le
quita la alegría y el disfrute de disparar. Quedan apegadas allí, en su
habilidad, las energías que necesitaría libres para disparar.
Proverbio
oriental.
La naturaleza repite las estructuras sencillas que funcionan. Los humanos abstraemos la realidad y creamos otras, así como los Cupidos que explican nuestros actos.
ResponderEliminarNo fallaste la diana.