Las palabras pueden calmar y sanar, pero también son capaces de crear estigmas y causar enfermedades. “No me gusta esto”, “no sirvo para aquello”, “no voy a lograrlo”. Recitamos estas noticias falsas sobre nosotros mismos, en voz alta o en voz baja -da igual-, con gran liviandad, sin darnos cuenta de su fuerza decisiva para abrir y cerrar puertas. “El poder de las palabras”, Mariano Sigman.
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¿Y como voy a saber lo que pienso si no lo he dicho todavía? E.M. Forster.
Te doy las gracias por opinar y participar. Saludos.