De hablar, solo hablaré con ella.
Y hablaré con las manos,
dulcemente con las uñas,
con la pasión de un amante,
como hablan cuando otean la
muerte los jabalines heridos.
De hablar, hablaré con la tierra,
con esa negra tierra que escupe,
como sangre del pecho,
primaveras.
Manuel Rivas
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¿Y como voy a saber lo que pienso si no lo he dicho todavía? E.M. Forster.
Te doy las gracias por opinar y participar. Saludos.