lunes, 27 de mayo de 2019

Una lujuria que no es posible saciar.


“Donde quiera que posemos la mirada hay imágenes. La posesión de una cámara puede inspirar algo semejante a la lujuria. Y como todas las formas creíbles de lujuria, nunca se puede saciar: primero, porque las posibilidades de la fotografía son infinitas, y segundo, porque el proyecto termina por devorarse a sí mismo. Las tentativas de los fotógrafos por realzar una realidad vaciada, contribuyen al vaciamiento”. Susan Sontang.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿Y como voy a saber lo que pienso si no lo he dicho todavía? E.M. Forster.
Te doy las gracias por opinar y participar. Saludos.