“Donde quiera que posemos la mirada hay
imágenes. La posesión de una cámara puede inspirar algo semejante a la lujuria.
Y como todas las formas creíbles de lujuria, nunca se puede saciar: primero,
porque las posibilidades de la fotografía son infinitas, y segundo, porque el
proyecto termina por devorarse a sí mismo. Las tentativas de los fotógrafos por
realzar una realidad vaciada, contribuyen al vaciamiento”. Susan Sontang.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¿Y como voy a saber lo que pienso si no lo he dicho todavía? E.M. Forster.
Te doy las gracias por opinar y participar. Saludos.