“Ningún hombre puede ser deshonesto, sin ser puesto
rápidamente en evidencia, y en cuanto se descubre su falta de principios, se le
cierran para siempre casi todos los caminos hacia el éxito”. El hombre deshonesto es siempre desenmascarado
por la gente honesta, Viene a decirnos Taylor Barnum (1880), o dicho de otra
forma, el corrupto existe, y opera, en función de que nadie lo descubra, o bien
cuando su entorno tolera sus corruptelas.
Trayendo la reflexión de Barnum a nuestro terreno,
tenemos que aquí la corrupción florece gracias a la tolerancia de las personas
que rodean al corrupto y que le permiten, seguramente porque también ellas van
a beneficiarse, hacer negocios turbios. Si en lugar de captar lo que reparte el
corrupto se evidencia, como decía Barnum, “su falta de principios”, el corrupto
tendría menos posibilidades de salirse con la suya. Jordi Soler, El País, 20 de
febrero 2016.
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¿Y como voy a saber lo que pienso si no lo he dicho todavía? E.M. Forster.
Te doy las gracias por opinar y participar. Saludos.